Los niños y la muerte

Lo difícil es separarse de la persona que se va antes que nosotros, pero recuerden que después nos reuniremos todos, y seremos felices juntos.

2007-06-15

 

Soy católica y creo que después de la muerte sigue una vida eterna de pura felicidad, y para acceder a ella debemos trabajar duro en esta vida. En principio no temo a la muerte, espero que en el momento en que me toque enfrentarla de cerca, siga pensando igual y que Dios me aumente la fe y la esperanza.

La dificultad se me planteó cuando mis hijos se angustiaron mucho ante la muy cercana muerte de su abuela, la cual luchó durante muchos años contra un cáncer muy duro, y finalmente se encontraba en sus últimos días. Yo no quería que mis hijos estuvieran ausentes de la idea de la muerte. Siempre quise que consideraran a la muerte como parte de la vida.

Por eso, aunque la tristeza por la situación su abuela era un sentimiento lógico, quise explicarles la idea de la muerte como la transición a una vida diferente. Y el ejemplo que se me ocurrió y que dio bastante buen resultado fue el siguiente:

"Un niño que está en el vientre de su mamá embarazada, tiene una vida muy agradable, está feliz en ese ambiente líquido en que vive, escuchando el latido del corazón de su mamá que le produce una linda sensación de paz y tranquilidad, y vive una vida plena, sin problemas. En una palabra, podríamos decir que está feliz. Si pudiéramos preguntarle si quiere cambiar de vida y salir al mundo, ¿qué les parece que diría?"

Y mis hijos me contestaron "Seguramente querría seguir así como está!!"

"Pero nosotros que ya estamos en esta vida, ¿qué le recomendaríamos?" les pregunté.

"Que nazca, que se anime, que es mucho mejor estar acá que en la panza de la mama!!" me contestaron entusiasmados.

"Bueno, lo mismo pasa con la vida que nos espera después de la muerte. Le tenemos miedo porque no sabemos bien qué pasará, pero tenemos que confiar en lo que nos dijo Jesús. La vida que nos espera después de la muerte es felicidad pura, sin problemas ni dolores como los de esta vida. Lo difícil es separarse de la persona que se va antes que nosotros, pero recuerden que después nos reuniremos todos, y seremos felices juntos. Y esto no es un invento mío, nos lo dijo Jesús cuando estuvo en la tierra!!!"

Esta comparación de la vida de un bebé en el útero de su mamá, la vida después de nacer y la vida después de la muerte me sirvió mucho para dar un poco de tranquilidad a mis hijos, y aunque cuando llegue el momento de la muerte de su abuela llorarán de tristeza, lo vivirán con la gran esperanza de que ella pase a una vida mucho mejor que la actual. Esa fue la gran promesa.

BUSCADOR