Organizando una kermesse

Sobre las travesuras de unos niños que deciden organizar una tarde de juegos para todo el vecindario y un final “de película” que no olvidarán sus protagonistas por el resto de sus vidas.

2004-11-24

Corría el año...., cuando los menores de la familia decidieron organizar una fiesta con sus amistades del barrio en el patio de la calle Guaná, aquí en Montevideo. Para ello se planificaron diferentes actividades y hasta se previó cobrar entrada.

Diferentes pruebas con premios fueron incorporadas e inteligentemente dispuestas en el centenario patio. Por aquí un aro y un par de pelotas para que los participantes probaran suerte tratando de embocar.... Más allá, en el húmedo rincón que daba al fondo, donde un corredor de paso servía de lugar común a los vecinos que accedían a sus viviendas por la calle Bolívar, se había dispuesto otra serie de entretenimientos con los escasos juguetes que disponíamos para pasar el rato.

El plato fuerte de la reunión era un Squetch o representación actuada para el que los actores debían disfrazarse y mostrar sus aptitudes en un acto con escenario montado. La obra era copia de un "comic" de TV de moda en ese momento. Para el centro del escenario colocamos un óleo de papá que representaba una dama elegantemente ataviada. Al parecer era una obra de valor....

En un momento de descuido, propio del jolgorio infantil que nos llenaba de regocijo por el éxito de la concurrencia, ocurrió lo peor. Uno de los invitados, pintó con drypen unos gruesos bigotes al óleo de papá, transformando una fiesta en uno de los más trágicos recuerdos de nuestra infancia.

Lo que vino después no quiero ni recordarlo...Creo que fue Pablo el que sugirió esconder la obra dañada en el ropero que servía de mampara divisoria entre el cuarto de Daniel en el garaje y el cuartito anexo. Y seguro que fue Alejandro que sin poder soportar el enorme peso de la conciencia se lo contó a papá cuando llegó del Laboratorio, alegremente silbando con su tonada característica sin saber de las travesuras que se habían cometido. Durante años, muchos años, no se pudo recordar este episodio delante de papá porque su cólera era indisimulable...

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