La sabiduría de la vida

Soñé que tenía una entrevista con Dios. Dios sonrió y dijo: ”Mi tiempo es la eternidad y me alcanza para hacer de todo”.

2004-11-24

Soñé que tenía una entrevista con Dios.

-"Adelante, puedes entrar", me dijo Dios. "¿Así que quieres entrevistarme?"

-"Si tienes tiempo", le respondí.

Dios sonrió y dijo:

-"Mi tiempo es la eternidad y me alcanza para hacer de todo. ¿Cuáles son tus preguntas?"

-"¿Qué es lo que más te sorprende de la humanidad?"

Dios respondió:

-"Que se aburren de ser chicos, están apurados por crecer, y después ansían ser chicos otra vez.

Que pierden su salud por hacer dinero y pierden su dinero por restablecer su salud.

Que por tanto pensar en el futuro, olvidan el presente, de modo tal que no viven ni el presente ni el futuro.

Que viven como si no murieran nunca, y mueren como si nunca hubieran vivido..."

Las manos de Dios tomaron las mías entre las Suyas y permanecimos en silencio durante un rato y luego yo pregunté:

-"Como padre, ¿cuáles son algunas de las enseñanzas de la vida que quisieras que tus hijos aprendan?"

Dios respondió con una sonrisa:

-"Que aprendan que no pueden hacer que alguien los quiera. Lo que pueden hacer es dejarse querer.

Que aprendan que lo más valioso no es lo qué tienen en su vida, sino a quién tienen en su vida.

Que aprendan que no es bueno compararse con otros. Cada uno será juzgado individualmente por sus propios méritos, no como grupo en base a comparaciones.

Que aprendan que la persona rica no es la que más tiene, sino la que menos necesita.

Que aprendan que no lleva más que unos pocos segundos el abrir heridas profundas en las personas a quienes amamos, y que lleva muchos años curarlas.

Que aprendan a perdonar con la práctica del perdón.

Que aprendan que hay personas que las quieren mucho, pero simplemente no saben cómo expresarlo o cómo mostrar sus sentimientos.

Que aprendan que el dinero puede comprarlo todo menos la felicidad.

Que aprendan que dos personas pueden mirar el mismo objeto y verlo totalmente distinto.

Que aprendan que un verdadero amigo es alguien que lo sabe todo sobre ellos e igualmente los quiere.

Que aprendan que no siempre alcanza con ser perdonado por los otros, sino que también deberán perdonarse a sí mismos."

Permanecí ahí sentado un rato, disfrutando el momento. Le agradecí por el tiempo que me había dispensado y por todo lo que Él había hecho por mí y por mi familia y Él me respondió:
-"Cuando quieras, estoy aquí las 24 horas del día. Todo lo que tienes que hacer es preguntar por Mí y Yo te responderé".

(Autor anónimo)

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