Internet y los niños
...el único freno posible al peligro es la prudencia y la educación que los padres consigan inculcarle para autoprotegerse.
Cada día en mayor medida, tenemos ocasión de leer u oír noticias sobre los graves riesgos que los niños corren en la Red. A raíz de algunos desgraciados sucesos, se ha extendido la idea de que Internet es para los niños, un lugar pernicioso en el que pueden conseguir material pornográfico, o instrucciones para fabricar bombas y adherirse a grupos paramilitares o a sectas religiosas.
Es innegable que hay bastante de cierto en todo esto, pero debemos considerar también que Internet es una herramienta de trabajo, estudio o diversión incomparable. Al ser una enorme base de datos de carácter audiovisual, Internet es una magnífica ayuda de estudio para todas las edades, que combina la posibilidad de acceder desde casa a información preparada por especialistas en todas las materias, con el atractivo que la multimedia interactiva da a los documentos.
Lo que sí debemos tener muy claro es que Internet no es un medio "para niños". Internet es un lugar electrónico (por lo tanto difícil de controlar), básicamente de y para adultos, y en el cual muchas personas amparadas en el anonimato, dicen, hacen y ofrecen lo que se les ocurre.
Sabemos que la ingenuidad de un niño es total y su curiosidad es insaciable, e Internet no es un juguete. Por lo tanto, el único freno posible al peligro es la prudencia y la educación que los padres consigan inculcarle para autoprotegerse. Vivimos en una época en que la censura se hace cada vez más difícil para los padres. No por el "miedo a los hijos" del que habla Jaime Barylko, sino por el exceso de estimulación e información que ellos reciben de distintos lados a diario. Seríamos muy ingenuos los padres si creyésemos que por decir a nuestro hijo de 10 años "no quiero que entres a Internet y punto", vamos a conseguir una obediencia sumisa. Lo que seguramente tendríamos es un pre-adolescente inquieto, averiguando a espaldas de su padre todo lo que éste no quiere que sepa. La mejor defensa para los niños, es que la actitud de sus padres sea de suave vigilancia. De la misma manera que no dejaríamos solo a nuestro hijo pequeño en la bañera, debemos tratar de concebir la Red como una actividad que compartir con nuestros hijos, y no como una fuente de distracción para ellos solos.
Internet es un medio enormemente enriquecedor. Como medio interactivo, les ofrece a los niños mucho más que la pasividad con que a veces se relacionan con la televisión, y como vehículo de comunicación humana, les enseña a considerar la computadora como algo que va mucho más allá de una simple máquina para jugar. Internet es un lugar multilingüe que despierta la curiosidad, permite aprender a manejar documentación, a investigar su búsqueda y a participar en una comunidad internacional compleja. Por lo tanto, no hay razón para privar a nuestros hijos de este medio fabuloso, si les enseñamos a ser prudentes, con la misma naturalidad con que les enseñamos, por ejemplo, a ser precavidos con los desconocidos que puedan ofrecerles caramelos en la calle.
Los puntos a tener en cuenta entonces, son:
-Ayudarlos a encontrar nuevos sitios que puedan ser de su interés.
-Colaborar con ellos en conocer este nuevo mundo que les ofrece la tecnología, de ninguna manera podemos quedar atrás en este tipo de conocimientos, ya que ellos forman parte del mundo de nuestros hijos.
-Enseñarles a hacer un uso racional de la Red para que puedan disfrutarla sin problemas, y advertirles los peligros.
-Hablar a nuestros hijos sobre la necesidad de conocer previamente a la persona que está al otro lado del teclado y de no dar su dirección postal a nadie que no sea de su entera confianza.
Inspirarles siempre la suficiente libertad y confianza para que puedan venir a informarnos si perciben alguna anomalía en el comportamiento de la otra persona.