11 de Setiembre

Hemos sido espectadores pasivos y sorprendidos de lo que sucedió el 11 de setiembre. Cada uno de nosotros lo habremos vivido de manera distinta pero, sin duda, todos sentimos el tremendo rechazo de la violencia súbita y anónima, sin rostro.

2004-11-24

Hemos sido espectadores pasivos y sorprendidos de lo que sucedió el martes 11 de setiembre. Cada uno de nosotros lo habremos vivido de manera distinta pero, sin duda, todos sentimos el tremendo rechazo de la violencia súbita y anónima sin rostro. No sólo han muerto norteamericanos sino también murieron latinos de todas las nacionalidades.
Personas inocentes fueron las víctimas de éste atentado que conmueve al mundo entero. Pasaron los días y sentimos que se acerca una gran tormenta que amenaza a todos; la guerra, la violencia que responde con violencia, la venganza. Entonces recuerdo lo que escribió un día Víctor Frankl, fundador de la Logoterapia, cuando se encontraba en el campo de concentración de Auchwitz;
"Por primera vez en la vida experimento la verdad de lo que tantos pensadores han trasmitido : la verdad de que el amor es, en cierto modo, lo último y lo más alto a que puede elevarse el ser humano Ahora comprendo el sentido de lo último y más extraordinario que puede proclamar la poesía y el pensamiento y...la fe: la redención por el amor y en el amor. Comprendo que cuando al hombre ya no le queda nada en este mundo, puede ser feliz, aunque sea sólo por un instante, si se entrega interiormente al recuerdo de la imagen de sus seres queridos.
En la situación más triste que se pueda pensar, en la cual, no se puede uno realizar mediante acción ninguna. Una situación en la cual la única actividad posible sólo puede consistir en sufrir con dignidad y gallardía. En tal situación el hombre puede realizarse en la contemplación amorosa, mirando la imagen espiritual del ser querido que guarda en su interior. En este momento sé bien la verdad que contiene esta frase:"ponme como un sello sobre tu corazón.... pues el amor es tan fuerte como la muerte."
El 11 de setiembre se oyeron mensajes de varias personas que, tanto desde los aviones antes de estrellarse como desde las torres, llamaron a sus seres queridos en el último instante de sus vidas. Sabían que se iban a morir. ¿Y cuales fueron los contenidos de esos mensajes? ¿De terror? ¿De venganza? ¿De odio? Al contrario, todos ellos fueron mensajes de amor.
Cada uno decía que amaba a su esposa, o esposo, su madre, su hijo, que lo había amado y lo seguía amando. Esos mensajes quedaron grabados ya que muchos no encontraron a sus seres queridos en ese momento.
Esto ¿no nos enseña algo? ¿No nos deja signo para no olvidar? Todos ellos hablaban de amor a sus familias.
La primera víctima que llevó el número 1 de los que sacaron de los escombros fue un sacerdote. Era el capellán de los bomberos. El se encontraba dando el sacramento de la extremaunción. Cuando murió, también en él vemos el amor de Dios a sus criaturas, el perdón y la misericordia de Dios. Entonces, ¿será la guerra la respuesta?

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