Carta del mes
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Educar en un mundo globalizado
Montevideo, 10 de julio de 2007
Querida familia:
Da la impresión de que el mundo se ha achicado, esa pequeña-gran aldea, que la globalización ha puesto en riesgo la identidad propia de cada pueblo, eso que lo caracteriza como sociedad y como familia.
Antes cada familia tenía una identidad. Lo que la hacía personal, única, exclusiva. Con la globalización es mas difícil defenderse de los parámetros de la sociedad que invaden nuestra familia.
Por todo esto debemos educar para sacar lo bueno de los medios de comunicación en una sociedad globalizada y no dejar entrar lo malo de ella. Educar es sacar lo mejor que alguien tiene dentro.
Un valor es una creencia de tipo intelectual. Al hacerlo vida mediante la práctica frecuente se convierte en virtud o hábito bueno. Debemos preguntarnos qué es valioso para nosotros y qué no lo es para tener coherencia al momento de formar.
La comunicación se mide básicamente de los resultados. Debo hacerme cargo de los mismos para tratar de cambiar los que no sean de mi agrado.
Podemos educar en el hacer y tambien en el pensar. Debemos preguntarles a nuestros educandos si entienden por qué le pedimos ciertas cosas y por qué no otras. Nuestros hijos tienen la capacidad de argumentar sobre lo que piensan, se juegan por lo que para ellos es valioso. Si a nivel de familia no llegamos a un nivel de comunicación básica no podemos pretender que pasemos de los hechos y las situaciones a hablar a un nivel de sentimientos.
Sin comunicación no hay crecimiento interior. En la dinámica familiar debe haber una subida y bajada de niveles para poder desarrollar una buena relación padres–hijos. El vínculo se gesta con esa dinámica. Y lo que educa es el vínculo.
Lo que educa vuelvo a repetir es el vínculo. Debemos cuidarlo prioritariamente. Hay que trabajar para mantener un buen vínculo. Ejemplo: Preguntarnos qué ambiente hay en nuestra casa. Trabajar para que nuestra casa sea acogedora, que tenga un entorno armonioso donde crezcan niños sanos.
Hay que dejar de lado el consumismo de la TV, pc, etc con sobremesas conversadas, esforzándonos en contar cosas, anécdotas familiares.
La familia es un centro de intimidad siempre que haya un buen vínculo familiar. Donde uno se siente cómodo, querido y aceptado. Y a su vez debe ser un espacio de apertura. Los padres somos modelos de los hijos. Reunirnos con amigos motiva a que los chicos tengan amigos.
En resúmen mejorar la comunicación familiar, demostrar cariño a los chicos y entre los padres, decirse las cosas, decirles que los queremos y que ellos nos digan que nos quieren, mostrar los malos momentos y que nos vean cómo los superamos, expresar cuando estamos tristes y cuando nos alegramos, saber llorar juntos, reir juntos.
Tenemos una necesidad básica de pertenencia, de apego, de seguridad, de estabilidad. Que los chicos sientan que los padres estamos para guiarlos, amarlos, cuidarlos, y sientan que nos involucramos con sus intereses.
¡Hasta la próxima!