Carta del mes
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Valores familiares
Montevideo, 1 de julio de 2005
Querida familia:
Quisiéramos compartir con ustedes unas reflexiones que una vez más nos motivan desde el ámbito de la educación a promover los valores tradicionales propios del ambiente familiar: amor, solidaridad, etc.
Ante el desbordante incremento de la violencia juvenil, crece el número de los que sospechan que las causas del fenómeno tienen que ver con la inversión de los valores: el predominio del frenesí productivo frente al abandono de la fuerza agregativa de la familia.
Un padre ausente, más interesado en la propia carrera que en los hijos, deja de constituir un punto firme de referencia. Asimismo, la relación con una madre ausente acaba siendo, de hecho, una relación prescindible, por más que en el fondo del corazón se considere siempre necesaria. Una escuela, por último, que sacrifica la auténtica formación humana de los alumnos a criterios de eficiencia, no ayuda a los jóvenes a dar un cauce sereno, una forma elaborada, a los impulsos de su sensibilidad.
En el mundo actual, que lanza al hombre una continua batería de preguntas, en permanente búsqueda de sentido, fijemos nuestra mirada en la familia, quien nos ofrece un tesoro de respuestas escondidas, que pueden convertirse en luces que guíen nuestra existencia.
¡Hasta la próxima!