Carta del mes
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Abuelos, divino tesoro.
Abuelos, divino tesoro.Montevideo, 1 de mayo de 2006
Querida familia:
Los abuelos llegan a donde los padres no pueden por estar muy sumergidos en una educación inmediata y atención de las necesidades básicas de los hijos. Son tantas las demandas que tenemos los padres hoy en día en un mundo hiper estimulado y acelerado... No paramos entre las viandas, los deberes escolares, las clases extra de los hijos para que sean "bien completos" y se preparen para una sociedad competitiva y mecanizada. No hay tiempo para largas conversaciones sobre el sentido de la vida, ni para contar recuerdos de nuestra niñez y allí entran los abuelos como verdaderos paladines de pertenencia a una historia común.. Ellos les cuentan a los nietos que sus papás ahora tan eficientes y "ejemplares", supieron ser también pequeños granujas que merecieron más de una vez sus buenas penitencias.
También los abuelos son los que pueden escuchar los sueños de los chicos, o con la intuición que ganaron con los años perciben a aquel que está más caiducho y apagado y que como no molesta, nadie se dio cuenta que está sufriendo. Y alli ellos son los que llegan a abrazarlos, mimarlos y llenarlos de fuerzas para poder crecer.
Juventud, divino tesoro, que se multiplica y crece en valor cuando las experiencias de la vida transforman esa juventud en sabia serenidad y alegría de espíritu. Y cuando se recibe el regalo inmerecido de los nietos: sangre de su sangre, milagros de la vida, el deber de trasmitir valores y fe y amor incondicional se lleva como una misión nueva y fascinante.
¡Hasta la próxima!