Carta del mes
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¡Qué hacemos con los chicos!
Montevideo, 1 de febrero de 2006
Queridas familias:
Comenzamos el mes de febrero, y en gran parte del mundo los niños entran en su último mes de las largas vacaciones de verano. Esas vacaciones que tanto anhelamos durante los largos meses de invierno.....a esta altura a muchos padres se nos empiezan a hacer muuuuy largas. Quienes pudieron cambiar de aires e irse a algún lugar de veraneo, vuelven renovados, pero quienes se quedaron en sus lugares habituales, muchas veces sienten que ya está!!!! No más vacaciones por favor!!! Realmente los niños se ven muy descansados, y los padres ya no saben qué hacer de nuevo para que no comiencen con “¿y hoy qué podemos hacer?” o el clásico “mamá, estoy aburrido”. Todo lo que al principio del verano los emocionaba, ahora ya se convirtió en rutina, y suelen caer en el riesgo de “matar el tiempo” viendo la tele o prendidos a la “compu”.
Por todo esto, quisimos desde Sembrar Familia regalarles algunos consejos que los argentinos Cora y Daniel Diez dan en su libro “¿Querida qué hacemos con los chicos?” en el capítulo “Vacaciones y ocio infantil”:
1- Si existe la posibilidad de ir a algún lado de vacaciones, la elección del lugar es de gran importancia. Este es un momento ideal para que los niños estén en contacto con la naturaleza y para compartir más tiempo entre padres e hijos. Por lo tanto, si bien es bueno coincidir con algunos amigos, no es ideal ir donde “van todos”.
2- Las vacaciones son momentos ideales para las manualidades, los hobbies, la música, la lectura, los deportes. Esos días en que el apuro no existe son ideales para despertar inquietudes; iniciarse en algún instrumento musical, experimentar con lecturas nuevas sólo por placer y no porque lo mande tal profesor.
3- También es este el mejor momento para incrementar amistades, alternar más con sus amigos o conocer amigos nuevos.
4- Es realmente necesario ponerle tiempo fijo a la televisión, (y agregamos nosotros también a la computadora) porque sin darnos cuenta se puede extender a varias horas aunque sólo sea porque así “están un rato tranquilos”.En resumen, realmente los padres debemos ocuparnos del tiempo libre de nuestros hijos, ayudarles a planificarlo, porque ellos solos no saben hacerlo. Y debemos tener metas más altas que el “sacárnoslos de encima” o que “estén entretenidos” sin que nos importe tanto en qué. Estos sabios consejos de este matrimonio, (¡padres de once hijos!), nos recuerdan una vez más que si hay algo de lo que no podemos tomarnos vacaciones es de nuestra tarea de “ser padres”, y que si nos organizamos bien y ponemos toda nuestra buena voluntad, las vacaciones serán un excelente momento para crecer en familia. ¡No desperdiciemos esta oportunidad!
¡Hasta la próxima!