Carta del mes
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Febrero, 2009. Superar dificultades, inseguridades y temores
Montevideo, 2 de febrero de 2009
Querida familia:
Hay veces que queremos controlar todo, tener todo previsto como una manera de evitar sufrimientos. Parece que si logramos que nada nos tome por sorpresa, no caeremos en el miedo a descentrarnos. Hay como un pánico a la sensación de inseguridad.
Pero en realidad la vida es de por sí estrecha e insegura. La ciencia está en ver en ello la manera de ir haciéndonos más humanos y comprensivos.
Es lógico sentir inquietud, lo que se puede hacer es tratar de que la inseguridad natural frente a una situación difícil, no degenere en miedo.
El miedo atenaza y hace reales problemas que inicialmente estaban solo en la imaginación. Algunas cosas nos suceden porque tenemos miedo que nos sucedan: miedo a ponernos nerviosos, miedo a quedar mal, miedo a no conseguir explicar algo con la suficiente firmeza, miedo a no saber enfocar un problema...
¿Qué hacer? Podemos aceptar esa inseguridad, tomándola como parte de la condición humana, del hecho de que no tenemos un dominio perfecto ni siquiera sobre nosotros mismos. Por eso no podemos excluir la inseguridad en esta vida. Sino perdería sentido la esperanza ya que donde hay certeza absoluta no cabe la esperanza.
Aceptar los sentimientos de duda, inquietud, incertidumbre, sin atribuirles más importancia de la que tienen, sin permitir que absorban su mirada y le paralicen, es aprender a vivir de fe. Darle un voto de confianza a la vida para que las cosas buenas sucedan finalmente.
¡Hasta la próxima!