Junior viene al mundo

Pero sabía que formaba parte de una familia divertida y escandalosa, donde todos hablaban a la vez y se regodeaba en ese íntimo conocimiento.

2006-09-13

Hace cuatro días que perdió el tapón mucoso. Tiene un centímetro y medio de dilatación y el doctor la mandó caminar. Hoy tiene médico y creen que le va a provocar el parto.

Y pensar lo cerca que estuvo de nunca ser....El mal consejo de un amigo, una alta cuota de inseguridad, un grito de su papá a su mamá en un momento delicado… Aquellos tres meses cuando solo era un proyecto en la mente de Dios, Junior conoció la ansiedad, la incertidumbre por saber si alguna vez se concretaría su existencia o no, mientras veía a sus padres en idas y vueltas.

En julio finalmente se casaron y las esperanzas de Junior florecieron, ahora sólo faltaba esperar que el romance se uniera a la biología y actuara. Al comienzo de un nuevo año, en enero, dieron la noticia, comenzaba una nueva vida, Mamá estaba embarazada.

Junior aprendió a respirar y lo primero que dio fue un suspiro de alivio. Había ganado la gran carrera contra los obstáculos naturales y el egoísmo humano, había logrado su objetivo, ya era una realidad, ahora quedaba armarse de paciencia en ese núcleo redondo y candente, y esperar. Le estaba empezando a agarrar el gustito a aquello de estar tan cerca de Mamá, teniéndola sólo para él. Todo era tan calentito, tan rojo y resguardado.

A veces podía sentir a Mamá que le hablaba y le decía cuánto lo quería, o a Papá enojándose con la Abuela. Aunque dicen que era demasiado chiquitito como para darse cuenta de las cosas, podía haber jurado que escuchó todos los festejos de: Esa Tía, Aquella Otra Tía , Aquel Tío, Un Abuelo y El Otro, Esa Abuela y La Otra y de la deliciosa combinación de Esa Tía-Abuela y Aquel Otro Primo Segundo cuando Papá y Mamá contaron que él venía en camino.

Después se fueron los tres a vivir al País Lejano. El viaje en avión le dio un poco de miedo pero de a ratos sentía la mano de Mamá sobre su cabeza y se quedaba tranquilito. En la nueva casa ya no escuchó más el barullo de sus tíos. Pero sabía que formaba parte de una familia divertida y escandalosa, donde todos hablaban a la vez y se regodeaba en ese íntimo conocimiento. Extrañaba el ruido ahora.... en el País Lejano estaban solitos los tres.

Tenía ganas de salir, verle la cara a Mamá y conocer a todos los que estaban afuera. Pero también estaba tan cómodo allí, bien juntito a ella, calentito y acolchado. Le daba pereza salir, era como madrugar en invierno. No, no saldría nunca más.

Algo lo tiraba para abajo, no sabía qué era pero algo lo quería sacar de allí. Entró un rayito de luz: -"salí intruso, correte metiche" le decía Junior al rayito, pero no había caso, el rayito iba en aumento. A su alrededor no había nada que lo pudiera mantener en su sitio más que el cordón con el que había jugado todos estos meses. Pasó sus manos por las paredes de su casita, pero estaban demasiado resbaladizas, no le servirían para sostenerse. Cada vez entraba más luz y Junior hacía lo que podía por alejarse de aquella amenaza.

Ahora estaban juntitos y paradójicamente rodeados de agua, estaban en la piscina. El  Sol bañaba a Junior y a Mamá en una reposera, cuando sintió la voz de  Papá y empezaron a moverse los dos. La amenaza se hacía más fuerte, algo frío que se movía por la panza y lo asustaba. Pero de esta no se salvaba. La luz se hizo mucho más grande y su casita se empezó a quedar sin agua. Estaba asustado....

Papá llamó a los abuelos desde El País Lejano para dar la noticia: Junior, acaba de nacer.
 

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