Carta del mes
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Matrimonio y modernidad
QUERIDAS FAMILIAS:
En tiempos en los que el matrimonio ha caído en desuso, vale la pena reflexionar sobre el significado y valor de la unión del hombre y la mujer como cimiento de la familia y de la sociedad.
Actualmente, muchas parejas optan por la convivencia fuera del matrimonio, ya sea por desvalorización del matrimonio, resistencia al compromiso o porque aducen que la convivencia es importante para conocer al otro en la cotidianeidad del hogar. El marcado aumento de las uniones libres, revela una tendencia en los jóvenes a embarcarse en la convivencia sin necesidad de compromisos religiosos o legales, conservando en todo momento la posibilidad de disolver el vínculo sin mayores dificultades.
Frente a esta realidad, proponemos reflexionar acerca del valor del matrimonio como verdadero fundamento y sostén de la familia y de la sociedad. El matrimonio supone un comienzo en la vida familiar en donde la pareja con creencias y valores compartidos se abraza a un proyecto de vida en común, asumiendo el desafío de formar y sostener una familia a lo largo del tiempo. Es a partir del matrimonio que una pareja se consolida, adquiriendo el compromiso y la responsabilidad de velar por el cuidado, la seguridad y el bienestar físico y emocional de cada miembro de la familia.
Para embarcarse en dicho proyecto, es fundamental que en la pareja exista confianza en uno mismo y en el otro, voluntad de alcanzar los objetivos comunes y un espíritu de trabajo, sacrificio y renuncia en beneficio de la unidad y fortalecimiento familiar. Porque de eso se trata la vida matrimonial, de luchar juntos por un mismo propósito, de compartir buenos y malos momentos, de aceptar al otro con sus virtudes y defectos pero al mismo tiempo, de alentarlo a superarse y crecer como individuo, como pareja y eventualmente, como padre.
En el seno del matrimonio es donde se vive la completa entrega al otro, es donde dos personas se fusionan en una sola sembrando el marco ideal para la llegada de los hijos. Es en la familia, donde los hijos crecen con la seguridad y contención que necesitan, respaldados por una unión que traduce compromiso, lealtad y generosidad.
Un matrimonio sólido es modelo de vida y la experiencia en el hogar forja en los hijos actitudes y conductas de relacionamiento y comunicación humana e imprime valores como el respeto, la solidaridad, la tolerancia, la fortaleza, la perseverancia y el espíritu de esfuerzo y el sacrificio. El matrimonio es tierra fértil para construir una familia, en donde el amor y la generosidad se abren paso frente al egocentrismo y la individualidad y la pareja se enfrenta a un nuevo desafío: velar por el bienestar del otro y procurar su felicidad.
Queridas Familias, nuevas tendencias conspiran en contra del matrimonio como opción de vida familiar. Es fundamental rescatar su valor y significado como punto de partida y soporte esencial de la familia y de la comunidad. Conquistemos a nuestros jóvenes con el ejemplo y cultivemos el diálogo abierto y sincero, de manera de forjar un concepto de matrimonio basado en los valores de solidaridad, generosidad, respeto, honestidad y fidelidad.
Alimentemos su ilusión y su entusiasmo por el matrimonio, para que decidan apostar una y otra vez a este asombroso desafío y asuman la responsabilidad del compromiso con seriedad, fortaleza y optimismo. ¡Realmente es un viaje que vale la pena!.
¡Hasta la próxima!